domingo, 20 de abril de 2008

El ser creador vs destructor.

I.- La educación del Ser humano. ¿Educar monos o dioses?.

La importancia de la educación en la constitución y configuración del ser humano en las esferas individual, social y universal ha sido desde tiempo atrás puesto de manifiesto en varias sedes y momentos.

Aquellos que se han educado a sí mismo, o han recibido el “regalo” preciado de la educación superior, singular, bien saben que educación, formación, transformación son pasos subsecuentes.

La educación es un motor de emergencia y transformación de la realidad del ser humano, en todos sus niveles. Basta echar un vistazo a la denominada convergencia de ciencias tradicionales y del conocimiento, de la tecnológica, y bieotecnología (Convergencia NBIC), para poner de manifiesto el cambio de las estructuras físicas, mentales, psicológicas, espirituales en constante interacción y dinámica evolutiva.

Con el cuestionamiento, educar monos o dioses, se propone tener un punto de partida que, sin equivocación, nos alumbre el punto de destino. El Hombre, ser humano, es un Ser vivo en transición, cambio, evolución o transformación incesante. ¿Pero cual es el punto de partida, el camino y destino de esa evolución?

¿Se puede prever, programar, estudiar la evolución de la persona humana hacia una realidad superior? Las ciencias evolutivas nos dicen día a día que si, aunque no está aun claro no cómo, hacía donde o cual es el siguiente paso.

Las teorías evolucionistas nos dicen que el hombre, ha evolucionado o emergido del nomo, éste del reptil, este de animales marinos, etc. hasta llegar a un antepasado lejano celular. Lo importante de ello no es la visión retrospectiva, sino que la ciencia ha empezado a estandarizar la creencia en ello, y su admisibilidad tanto en la generalidad de los seres como de la comunidad científica. La pregunta por el génesis (=origen) del hombre parece apaciguada por la explicación intelectual al uso. Las teorías no són más que ello teorías, sin embargo la experiencia y vivencia o realidad sobre ello es una cosa muy distinta. El surgimiento de la conciencia a partir de la materia parece estar aceptado por el acaecer de un proceso temporal, el trascurso de las eras, sin embargo, hoy en día se está cuestionando la existencia de planos de realidad única, lineal o temporal única, y tal vez, la existencia de un plano siguiente, que podemos llamar cuarta, quinta, sexta, o superior dimensiones, en la que la dualidad “tiempo-espacio” (plano físico) no es el predominante. El descubrimiento de esos planos de realidad llamados superiores, está ahí para investigar, experimentar, vivenciar o comprender la evolución desde otros prisma o ángulos distintos.

Estos prismas o ángulos distintos están siendo propuestos como teorías diversas, según versiones, modelos o teoremas más o menos accesibles y comprensibles para alguién de letras como el que suscribe, sin embargo la teorías puede ayudar a explicar, entender o comprender sin embargo están muy lejos de dar el salto o ruptura de nivel, del conocer, del creer, suponer, especular, filosofar, teorizar al plano de Ser. El conocimiento intelectual, racional, científico o filosófico no ha generado más que conocimiento y discordia en el mundo. El ser humano es el úno ser vivo capaz de matarse por una idea, ya sea personal o interpersonal (por ejemplo, un insulto o crítica), ya religiosa, o de otro orden. La evolución aparente es solo superficial, podemos “entender” la naturaleza del big-bang pero no podemos recrearlo, crear otros mundos nuevos, universos (ya sea planetas, galaxias, hábitats, etc.). Podemos matar a otros, pero la capacidad de destrucción en el Ser humano es más fácil de usar que la opuesta la de construir o crear. Con una bomba atómica puede destruirse ciudades, poblaciones, montañas, y así hasta arrasar la totalidad de la vida en el planteria, o incluso destruir el propio planeta en un segundo, minuto o en unas horas. Sin embargo la capacidad de crear, construir o volver a “recrear” lo destruido no parece tener la misma “posibilidad”. Parece pues, que la capacidad destructiva es inmensamente mayor a la capacidad constructiva.

En la historia conocida hasta ahora del Hombre en la tierra, parece que cualquier ser humano está dotado de la capacidad de destrucción de otro ser humano, sin embargo, no está al alcance de todos la capacidad de “resucitar” al muerto, o de crear vida más allá que por el medio de la reproducción sexuada, o por algunos métodos de concepción científica (in vitro).

Un salto cuantitativo, una ruptura de nivel, una apertura hacia lo nuevo –ahora desconocido-, a una realidad emergente, solo podría venir de una comprensión del Ser Humano en todas sus vertientes evolutivas e involutivas.

Las mismas propuestas de una TOE, (siglas de Teory of evrethinkg) propuestas por autores como Kem Wilber, Spiral Dimanics, etc. pretenden incluir todas las capas conocidas o menos conocidas de todos las ciencias, senderos, filosofías, religiones, etc. conocidas. La descripción de distintos niveles de realidad, dimensiones o estadios del Ser está ahí para aquellos que quieran indagar o cuestionarse sobre las profundidades del Ser.